viernes, 2 de noviembre de 2012

4 - El cuartel de la Guardia Civil







Al fondo, el Viejo Cuartel

4 - El cuartel de la Guardia Civil



El viejo cuartel

Las  zonas rurales de España, que conformaban en el siglo XIX la casi totalidad del país, estaban totalmente desprotegidas de vandalismos y pillajes producidos por el bandolerismo reinante en la época. Esta delincuencia la promovía la pobreza y la miseria en la que vivían sus gentes, independientemente del instinto violento innato en los genes de algunas personas.

Desconozco si los desmanes que ocurrían en estas fechas sería el motivo, pero lo cierto es que en el año 1844 se creó el cuerpo de la Guardia Civil, cuya organización fue confiada al Marqués de Ahumada. Se trataba con ello de dar protección a los pueblos contra los salteadores de caminos, bandoleros y cuatreros y a la vez mantener el orden cívico que no había producido ni las leyes ni la educación de las personas.

Como los cuarteles de este Cuerpo más próximos de Cucalón eran los de Daroca y Calamocha, bastante distantes para la época, cincuenta años más tarde de su creación, la Guardia Civil se instala en nuestro pueblo, por ser el centro de una gran Demarcación de unos catorce pueblos. A pesar de todo, la tarea se presentía muy dura debido a los escasos medios de comunicación existentes. 

Como el Ayuntamiento no tenía ningún edificio adecuado para su instalación, ni medios económicos para construir uno nuevo, se tomó la decisión de alquilar un viejo caserón propiedad de varios vecinos, asentado en la última casa del lado izquierdo del conocido Barrio Verde. Inicialmente los propietarios cobraban un pequeño alquiler, pero con el tiempo acabaron por renunciar a su derecho donándolo al Ayuntamiento. En principio fue preciso realizar un pequeño acondicionamiento, principalmente para los guardias casados, ya que realmente no había en él muchas comodidades. Solamente una vivienda era un poco digna de habitabilidad y la cual se reservaba para el Cabo, que era a la vez el Comandante del Puesto.

Al ser un destino poco atrayente para los guardias, solían ocuparlo los de las nuevas promociones como primera salida para cumplir su servicio rural. La mayor parte eran solteros, por lo que preferían vivir de patrona en alguna casa particular y usar el Cuartel exclusivamente para pernoctar. Y allí vivieron varias promociones de guardias hasta que se construyó el nuevo Cuartel.

El nuevo cuartel

Más de tres cuartos de siglo vivieron los guardias en el viejo caserón de la calle Barrio Verde, pero el edificio ya no reunía las condiciones necesarias de habitabilidad, para los nuevos tiempos.

Hacia finales de los años setenta, en la "Operación Cuarteles", Cucalón tuvo la fortuna de que el Ministerio correspondiente decidiese la construcción de uno nuevo. Su ubicación se fijó en una gran era junto a la carretera y frente a la ermita de Santa Ana. Había solar suficiente para edificar un amplio y hermoso cuartel con todas las comodidades y más acorde con las necesidades para un buen servicio.

Una vez iniciada su construcción, al poco tiempo y por ciertas vicisitudes que ocurrieron, las obras quedaron paralizadas durante cierto tiempo, quedando solamente el esqueleto del edificio. Posteriormente se reiniciaron de nuevo los trabajos hasta su acabado final.

El día de su inauguración a principio de los años ochenta, acudieron las autoridades autonómicas y provinciales, quedando maravillados al ver aquel hermoso cuartel en el cual no se habían escatimado los medios para su construcción. El Alcalde pronunció unas emotivas palabras alusivas al acto quedando todos complacidos con el nuevo edificio: los del pueblo por un lado, por la mejora inaugurada y los guardias por otro, para olvidar las instalaciones del antiguo y viejo caserón.

Pero una nueva incidencia le esperaba a esta edificación, ya que solamente estuvo una década en servicio este flamante cuartel. En la nueva reorganización de la Guardia Civil, el de Cucalón dejó de prestar servicio permanente y los guardias fueron trasladados a Calamocha, desde donde cubren a partir de entonces las necesidades de la comarca.

La convivencia entre los guardias y el pueblo siempre fue bastante cordial, ya que los vecinos trataron de que su estancia les fuera lo más grata posible. Los guardias recíprocamente contribuyeron a que todo marchase bien, ayudando a los habitantes en todas las necesidades e incluso algunos contrajeron matrimonio con jóvenes del lugar. De vez en cuando hablas con alguien que te dice: soy de Cucalón pues mi padre era Guardia Civil y allí nací yo. Anécdota personal: hablando yo un día con un guardia joven, cuyo primer destino había sido Cucalón, me dijo que se llamaba Santaella. Yo le indiqué: ¡qué casualidad!, el capitán de mi escuadrón, en el Regimiento de Regulares de Caballería de Tetuán también se llamaba así. El final es fácil ¿verdad? Pues efectivamente, era su padre.

Actualmente el edificio ha quedado en propiedad del Ayuntamiento, por la compra que se le hizo recientemente al Ministerio de Defensa. Se ha rehabilitado una de las viviendas y ya está habitada en alquiler. Con el tiempo supongo que la idea será restaurar el resto y alquilar o vender la construcción entera por pisos. Los vecinos serán los que decidan su futuro.



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