viernes, 2 de noviembre de 2012

1 - El Ayuntamiento y la Plaza






5 - Edificios Públicos Civiles y lugares de uso común

1 - El Ayuntamiento y la Plaza

Desconozco los motivos, pero en este pueblo por alguna razón, los edificios públicos más simbólicos, se fueron hundiendo poco a poco en un período de tiempo muy corto. No hay duda que la falta de mantenimiento fue la causa de estas pequeñas catástrofes, pero los motivos habría que buscarlos entre el descuido por negligencia o desconocimiento y la carencia de recursos tanto locales, como comarcales o provinciales.

Y tal como estaba previsto de antemano, el Ayuntamiento, la Torre y la Iglesia, la Plaza, la Casa del Cura,... quedaron convertidos en ruinas y menos mal que todo sucedió, por esperado, con la gente prevenida, por lo que no hubo que lamentar en ningún caso desgracias personales.

El Ayuntamiento o Casa Lugar
        
Al Ayuntamiento habitualmente lo llamamos en Aragón "Casa Lugar". A principios del siglo XX estaba emplazado en un edificio adosado a la Iglesia, donde también estaba ubicado el Juzgado y la cárcel, en la que se retenía a los presuntos delincuentes hasta que se les ponía en libertad o eran trasladados a Calamocha para ser juzgados. Así pues, el Ayuntamiento y el Juzgado, compartían por lo tanto el mismo inmueble.
        
Cuando el edificio se hundió, a principio de los años cuarenta, provisionalmente fue ocupando diversos lugares, entre ellos la antigua escuela de niños emplazada frente por frente a la iglesia. Este pequeño edificio, cuyo asentamiento todos conocemos, sigue siendo propiedad del Ayuntamiento y se sigue usando para servicios diversos.  Se eligió esta nueva ubicación que había quedado vacía, ya que los niños recibían sus clases en las modernas instalaciones de las nuevas escuelas recién estrenadas. Posteriormente y como lugar definitivo, fue trasladado a su ubicación actual en la Plaza, tal como lo conocemos en la actualidad.

La Plaza: hundimiento y reconstrucción

La Plaza, lo pongo con mayúscula como nombre propio, porque siempre ha significado para todos nosotros, además del lugar privativo de plaza, el recinto porticado cumpliendo las funciones de trinquete y lugar común.
        
Fue un Gobernador de la provincia, no puedo precisar en qué fecha, quien ordenó que se edificase una plaza, trinquete o porche en cada pueblo de su demarcación, para servicio lúdico de niños y mayores, con el fin de poder celebrar bailes y festejos populares o en cualquier caso, como punto de reunión del vecindario, para estar protegidos contra las inclemencias del tiempo.

Basándose pues en esta premisa y la orden correspondiente, se promovió la construcción de este inmueble tan simbólico y representativo para el pueblo, aunque ignoro a expensas de quién. El edificio constaba de dos plantas, siendo la inferior la que cumplía las funciones prescritas, pero la superior, por alguna razón que desconozco era de propiedad privada.

Y efectivamente la parte pública cumplía plenamente su función. Cuando no tenías nada que hacer, acudías a este lugar representativo a sabiendas de que te encontrarías con alguien con quien hablar o poder jugar a la pelota. Todavía recuerdo grandes partidos de pelota en los días festivos, donde los mozos más expertos, por parejas, se enfrentaban para exhibir sus habilidades deportivas.

Pero esta Plaza, este trinquete, también se hundió, como los otros edificios enumerados anteriormente. Ocurrió a principio de los años cuarenta, un poco más tarde que la Torre, dejando entre ambas ruinas un montón de escombros que  parecían los efectos de un bombardeo. Se desconocen las causas del desastre, pero probablemente la pobreza de materiales empleados en su edificación, el estrago causado por el paso del tiempo y el poco gasto dedicado a su mantenimiento serían motivos más que suficientes. Y supongo que también se podría añadir, la falta de acuerdo con el propietario del piso superior que lo usaba como granero, para el sostenimiento del edificio completo. En fin, la realidad es que todo el conjunto de estos condicionantes originaron su hundimiento.

Una vez consumado el siniestro, había que pensar en su reconstrucción y en este caso la propiedad particular del piso superior sí que fue un gran inconveniente para retrasarla durante bastante tiempo, ya que era necesario un acuerdo previo entre ambas partes. Finalmente, el dueño del granero optó por renunciar a su propiedad, donándolo generosamente al Ayuntamiento en beneficio de todo el pueblo.

La nueva obra mejoró mucho el edificio y la Plaza volvió a levantarse tal como lo fue antaño, manteniéndose la estructura de la planta baja, preparada principalmente para el juego de pelota, con la pared de frontón con la raya de falta, la pared en ángulo recto para el saque a la izquierda, vigas de madera en las "vueltas" y sus dos arcos en la fachada exterior para presenciar los eventos desde el exterior, incluidos los bancos de piedra adosados para sentarse.

Y la planta superior, que había sido un simple granero sin vanos, al que se accedía por una repisa exterior y quizá también desde la casa de su propietario, fue adaptado a las necesidades más modernas tal como corresponden a un edificio oficial. Así pues, aquí fueron establecidas definitivamente las nuevas dependencias del Ayuntamiento y el Juzgado, desde la instalación anterior del pequeño edificio de la vieja escuela.

La nueva ubicación, céntrica y muy cómoda para sus habitantes, dispone ahora de una variedad de espacios acogedores para servicios que cumplen diversas funciones: secretaría, archivo y una sala multifunción para reuniones, asambleas, votaciones, celebración de juicios de faltas e incluso como lugar de recepción a las autoridades provinciales en sus visitas al pueblo. Hubo un cierto período que sirvió también para impartir temporalmente clases a los niños.

Modernamente, sobre todo a partir de la despoblación, la planta baja que había sido lugar para el juego de pelota, cobijo de los niños cuando llovía, recinto de baile en las fiestas y teatro para comediantes y titiriteros, se transformó en un Teleclub con el nombre de Santiago Apóstol, patrón del pueblo, para reunión de los vecinos a ver la televisión cuando todavía no se había generalizado. Y hoy ha quedado como el único bar del pueblo y sigue siendo el lugar de reunión del vecindario donde se puede acudir a tomar café y echar una partida de cartas. En el piso superior también se instalaron unos ordenadores con conexión de ADSL, que sirven de entretenimiento y aceptación, sobe todo por los adolescentes.

Como edificación podemos considerarla una obra de bella estampa, en el lugar más transitado de Cucalón y del que se recomienda observar las cerchas de madera de la planta superior como una parte muy valiosa y hermosa del edificio. Y desde el exterior se puede percibir una bella placa de cerámica de Teruel que dice: "Ayuntamiento de Cucalón".

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